Administradora de La Red Apostólica PUEBLO.
¿Desea
tener éxito en su vida cristiana?
En
mis mensajes he estado explicando las leyes del Reino de Dios que traen éxito
en la vida para la gloria de Dios. Dios quiere el éxito en la vida de cada
cristiano, incluyendo el suyo. Con frecuencia la falta de éxito quiere decir
que se han violado las leyes del Reino de Dios. Por lo tanto, es importante
entender estas leyes para que pueda cooperar con ellas.
Encuentre Mt 13:10-17 en su Biblia.
10
Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas
por parábolas? 11 Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros
os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es
dado. 12
Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no
tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13 Por eso les hablo por parábolas: porque
viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía
de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no
percibiréis. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha
engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que
no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se
conviertan, Y yo los sane. 16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque
ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas
y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo
oyeron.
En esta parábola Jesucristo explicó
una ley que funciona en el reino de Dios. Esa ley es la ley de la
perseverancia. La cualidad de la perseverancia es mantenerse en un proyecto
durante los momentos difíciles a pesar del desánimo y la tentación de
renunciar.
La perseverancia es trabajar hacia la meta hasta cumplirla.
El Señor nos dice que estas
enseñanzas en la forma de parábolas revelan la luz de Dios para las personas
que perseveran en estudiar Sus Palabras y buscar la verdad. Dios revela las
verdades de Su Palabra a los creyentes que las estudian. Las personas que
buscan las verdades de la Palabra de Dios las encontrarán pero si usted no
busca la verdad de la Biblia no las puede encontrar.
Periódicamente por más de 48 años
que he enseñado la Biblia, las personas me dicen que quieren conocer la Biblia
rápidamente. Rápido y fácil son las actitudes en la mente de esta generación,
pero no son actitudes en la mente de Dios. Nada en la vida cristiana viene
fácil o rápidamente sin lucha y perseverancia.
Hace unos años un hombre en la
iglesia a donde asistía quería aprender la Biblia rápidamente y yo le dije
esto, “si usted hace un compromiso de estar en la clase todos los miércoles en
la noche por un año, le puedo garantizar que Dios recompensará su perseverancia
con una revelación general de la Biblia”. Él me prometió, “Sí, él lo haría”.
¿Cumplió este hombre su promesa? No, solo vino a la clase los miércoles durante
un mes. Yo creo que él tenía el deseo, pero carecía de la perseverancia para
seguir su meta. Él empezó con una meta, pero quitó sus ojos de la meta. Hoy
posiblemente este hombre no se acuerde que faltó a su promesa.
Hace
cincuenta años, mis hijos empezaron a preguntarme diferentes cosas sobre la
Biblia. Yo estaba avergonzada porque no sabía las respuestas porque no conocía
la Biblia. Yo pensé que era una buena madre si llevaba a mis hijos a la escuela
dominical para que el maestro de la escuela dominical les enseñara lo que
debían de saber. Yo estaba equivocada. Dios hace a los padres responsables por
la educación del niño en los caminos de Dios.
Yo crecí en una familia que estaba
sumergida en falsas doctrinas de un culto que no estudiaba la Biblia. Cuando no
les pude responder a mis hijos las preguntas sobre Dios, empecé el estudio de
la Biblia por medio de un programa de radio, cada día, un versículo a la vez,
un libro a la vez. Después de un año ya podía discernir el plan general de la
Biblia. Hoy, yo utilizo ese mismo método en mis clases. Por lo tanto, le puedo
garantizar que si un creyente viene a clase todas las semanas por un año, Dios
le revelará el plan de Su Palabra a ese creyente.
Quiero contarle una historia
verdadera que demuestra algunas de estas leyes del reino de Dios que ya les he
explicado en estos mensajes.
En el siglo quince, en una pequeña
villa de Alemania, vivía una familia con 18 hijos. El padre trabajaba 18 horas
al día solo para proveer de comida a su familia. A pesar de su condición
financiera de pobreza en la familia, dos hijos tuvieron una visión o un sueño.
Ellos querían estudiar para ser artistas. Sin embargo, ellos sabían que su
padre no podría pagar el precio de las lecciones en la academia de arte en la
ciudad de Núremberg. Después de que discutieron la situación por muchas horas
en la noche, en la cama llena de personas, los dos hijos idearon un plan. Un
hermano trabajaría en la mina de oro para ayudar al otro hermano a estudiar en
la academia de arte durante cuatro años. Luego, después de los cuatro años, el
hermano que había estudiado arte debía ayudar financieramente a su hermano para
que pudiera ir a la academia. Él le debería dar a su hermano la misma
oportunidad de estudiar en la academia por la venta de su arte o por su trabajo
en la mina de oro. De esta forma los dos hermanos hicieron un trato. El domingo
después del servicio en la iglesia, ellos echaron una moneda al aire para
llegar a la decisión de cuál de los hermanos debía a empezar a trabajar primero
en la mina de oro. El hermano que perdió la decisión por la moneda, debía
empezar a trabajar en la mina de oro.
El
día siguiente Albert se fue de casa para trabajar en la mina y Albrecht fue a Núremberg
a estudiar arte en la academia. El arte de Albrecht fue un éxito desde el
principio. Él estudió mucho y con diligencia y perseverancia pues sabía que su
hermano estaba pagando el precio. Con claridad, su arte era mejor que el arte
de sus maestros. Él empezó a ganar dinero con su arte.
Al
final del cuarto año en la academia, Albrecht terminó los estudios de arte y
regresó a su villa para una gran celebración con toda su familia y todos en la
villa. Después de la comida de celebración, Albrecht se paró en la posición de
honor enfrente de la mesa e hizo un brindis por su amado hermano en honor a los
años de sacrificio que su hermano pasó a favor de él. Él terminó sus palabras
de elogio para su hermano con la declaración, “Ahora mi amado y bendecido
hermano, me voy a hacer cargo de ti, es tu oportunidad, puedes ir a la academia
de arte para completar tu sueño. Todas las personas volvieron a ver con
expectativa para ver a Albert solo para ver lágrimas en su rostro. El inclinó
su cabeza y la sacudió y luego sollozó. “no, no puedo”. Finalmente se puso de
pie, se limpió las lágrimas y le dijo a su hermano y a todas las personas allí,
“no hermano, no puedo ir a la academia, es muy tarde para mí. Mira lo que
cuatro años de trabajo en las minas le hicieron a mis manos. Los huesos de cada
mano se han roto por lo menos una vez. Ahora sufro de artritis tan fuerte en
mis manos que no puedo sostener una copa para brindar contigo. Ciertamente no
puede sostener un lápiz o un pincel, es demasiado tarde para mí”. Con gran
tristeza él se sentó.
El
arte de Albrecht Durer ha estado en cada museo de arte en el mundo. Sin
embargo, probablemente usted no ha escuchado su nombre ni conoce sus obras de
arte con la excepción de un dibujo. Para honrar a su hermano Albert que
sacrificó el uso de sus manos a favor de su hermano, Albrecht Durer dibujó las
adoloridas manos de su hermano Albert. Él llamó a su dibujo simplemente “Las
manos”, pero todos los cristianos en el mundo conocen este dibujo por el nombre
de “Las manos que oran”.
Albert
sacrificó su vida para servir a su hermano en una actitud de amor. Él se
convirtió en un siervo de amor para que su hermano cumpliera la ley del amor. A
través de una moneda echada al aire, la soberanía de Dios eligió que hermano
sería el artista y cuál sería el minero. El contentamiento con la ley de Dios
de la soberanía, le dio a cada hermano el gozo para conformarse a la voluntad
de Dios.
A
través de una actitud de perseverancia ambos hermanos trabajaron hacia la meta
en el plan de Dios para sus vidas. Albert no se detuvo porque el trabajo era
duro y doloroso, él cumplió fielmente el trabajo para el cual Dios lo llamó.
Albrecht se conformó a la ley de perseverancia honrando el compromiso de su
hermano.
El
resultado es que las manos de Albert son ahora más famosas y más inspiradoras
que todo el resto de las vidas de estos dos hombres. Ese es el resultado de la
cooperación con las leyes de Dios en Su reino. Dios le da éxito, puede no ser
el éxito que usted planificó, pero Su éxito es mucho más hermoso. Es mi oración
que las vidas de todos ustedes se conformen a las leyes de Dios para el éxito
final y la gloria de Dios y Su reino.
Si
quiere conocer la Palabra de Dios la debe estudiar. Si quiere servir a Dios con
éxito, debe perseverar. Pablo dijo en Fil 3:14 prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Eso es perseverancia. Pablo entendió muy bien este principio.
Si tiene perseverancia en todo lo que emprenda, esta ley del reino de Dios operará
a su favor. Yo se lo garantizo y Dios también.
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