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lunes, 9 de abril de 2012

LA LEY DE LA VERDAD


Dios ha construido su reino sobre la verdad y nos ha dicho que construyamos nuestras vidas sobre la verdad de Dios. Por lo tanto, para tener éxito en su vida cristiana, debe de establecer su vida en la verdad.
Lea Jn 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
            Esta escritura nos dice que la vida cristiana empieza con la verdad de Jesucristo. Hay muchas otras religiones y filosofías en el mundo, pero ninguna de ellas es verdad porque no llevan a la persona a Dios.
      Yo crecí perdida en una religión falsa, creyendo lo que me enseñaron de que todas las religiones son diferentes pero caminos legítimos hacia Dios. Sin embargo, nunca experimenté la libertad en Jn 8:31-32 que nos dice: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
            ¿Cómo puede la verdad hacer libre a una persona? Es porque el Espíritu Santo es llamado el
Espíritu de verdad y ese Espíritu viene a vivir dentro de la persona que ha entregado su vida a Jesucristo.
Lea Jn 15:26
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”.
            El Espíritu de verdad le da al creyente nueva vida en Jesucristo a través del perdón del pecado. Con esta nueva vida en Cristo, se supone que el creyente establezca su vida en la verdad de la Palabra de Dios. Es la obra del Espíritu Santo dentro del creyente la que confirma la verdad al creyente. El enseña y guía al creyente a la verdad de Dios.
Lea Jn 16:13
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
            Ahora podemos ver cómo el Espíritu Santo hace que el creyente madure. El usa la Palabra de Dios para enseñar y guiar al creyente a la madurez en Jesucristo. El ayuda al creyente a entender la Biblia. Antes de entregarle mi vida a Jesús, yo no estaba interesada en la Biblia ni la entendía. Todo eso cambió cuando conocí a Dios a través de Jesucristo por la acción del Espíritu Santo.
Lea Jn 17:17, 19
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.
“Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad”.
            ¿Qué libertad nos da el Espíritu Santo con esta verdad de Jesucristo? Principalmente, El nos da libertad del pecado porque sabemos que tenemos perdón de nuestros pecados pasados. El nos da libertad de los pecados presentes al ayudarnos a ganar la victoria sobre las tentaciones actuales. Recuerde que el Espíritu Santo es nuestro ayudador. Por lo tanto, somos libres de la condenación del pecado.
            El Espíritu Santo también nos da una nueva perspectiva de la vida. Ahora podemos ver la vida desde la perspectiva de Dios. Somos libres de las religiones del hombre para que no seamos guiados por las reglas y regulaciones del hombre sobre lo que es correcto e incorrecto. En cambio, somos guiados por el Espíritu de Dios adentro del creyente. Somos libres para entender los profundos misterios de Dios en Su Palabra.
            Con la obra del Espíritu Santo que mora en nosotros y la verdad de la Palabra de Dios, el creyente tiene todo lo que necesita para crecer y madurar en su fe. Esto quiere decir que la Palabra de Dios es muy importante en este proceso. El creyente que no lee la Palabra de Dios se corta así mismo de la verdad de Dios. El no conoce la Palabra de Dios y su vida no está guiada por ella. En cambio, él es llevado por cualquier viento de doctrina (Ef 4:14) y nunca llega al conocimiento de la verdad.
            Para obtener el máximo beneficio de la verdad de la Palabra de Dios, el creyente debe estudiar la versión correcta de la Biblia. ¿Hay diferentes doctrinas en diferentes versiones modernas de la Biblia? ¡Sí, sí, sí! Las versiones modernas de la Biblia cambian la doctrina de manera muy sutil. Como maestra de la Biblia por casi 50 años, le animo a estudiar la versión de la Biblia Reina Valera 1960, pero ignore los títulos de los temas en esa versión que no son la escritura inspirada.
            Entonces, hay un problema de interpretación de la escritura. La mayoría de preguntas que recibo sobre interpretación o sobre confusión entre dos puntos de vista opuestos de interpretación, ocurren debido a una gran falta de entendimiento que lleva a falsas doctrinas. Si puede dominar este punto nunca se confundirá o se desviará de la verdad de Dios. MANTENGA SEPARADAS LAS COSAS QUE DIOS HACE CON LOS JUDÍOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Y LAS COSAS QUE DIOS HACE CON LA IGLESIA EN EL NUEVO TESTAMENTO. El período del Antiguo Testamento entre Moisés y Cristo fue el período de la ley. Dios estaba trabajando con los judíos imponiendo un sistema externo de ley. Por lo tanto, todo lo que está entre Éxodo y Mateo ocurre en un período de la ley. Dios hizo promesas a Israel que no se relacionan con la iglesia. Por ejemplo, Dios le prometió a Israel que los judíos poseerían la Tierra Prometida.
            La iglesia no reemplaza a Israel. (Ro 11) De acuerdo con Romanos 11, Dios ha puesto a los judíos de lado temporalmente por un período mientras El trabaja con los gentiles a través de la iglesia. Un día Dios trabajará otra vez con los judíos, pero esto es después del rapto de la iglesia en el período de la tribulación de siete años. Durante este período de gracia de la iglesia que vivimos ahora, Dios está trabajando con los gentiles. El está trabajando a través de la acción de la morada del Espíritu Santo. AHORA ÉL NO ESTÁ TRABAJANDO CON LA LEY DE MOISÉS. Dios ha reemplazado el pacto con Moisés con la gracia del Nuevo Pacto. Somos salvos por gracia, vivimos por gracia. Nosotros no somos Israel. No vivimos bajo la ley de Moisés de la cual son parte los Diez mandamientos.
Lea Gal 2:16, 21 Gal 3:11-13, 18-19, 24-25 Gal 5:18
Todas estas escrituras en Gálatas nos dicen que estamos bajo la gracia y no bajo la ley. Por lo tanto, si usted puede mantener separada a la gracia y la ley,  ¡entonces mantendrá la verdad que lo hará libre! Si puede recordar que Dios no ha olvidado a los judíos sino que trabajará otra vez con ellos como nación después de este período de gracia, entonces mantendrá la verdad de la Palabra de Dios.
Que Dios le ilumine con sabiduría y entendimiento en las profundidades de Sus secretos en la Palabra de Dios.
Con amor en Cristo.
Joyce Schmedel, Administradora de La Red Apostólica PUEBLO.

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