EL PRINCIPIO DEL SIERVO POR AMOR
POR: Joyce Schmedel.
Todos
nosotros en algún momento u otro hemos estado en el horno de fuego de Dios para
hacer nuestra fe fuerte para el Señor. Esto es lo que significa ser un
cristiano maduro. Peleamos la batalla de la fe.
Quiero
compartir con ustedes sobre el aspecto más difícil del la vida cristiana.
Lea Ex 21:1-6
21:1Estas
son las leyes que les propondrás. 21:2 Si comprares siervo hebreo, seis años
servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde. 21:3 Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer,
saldrá él y su mujer con él. 21:4 Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le
diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 21:5 Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a
mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; 21:6 entonces su amo lo llevará ante los jueces, y
le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con
lesna, y será su siervo para siempre.
Este
es el ejemplo en las escrituras de un siervo por amor. Quiero que tenga una
ilustración firme de esto en su mente. Este es un hombre que no tenía dinero ni
propiedades, no tenía nada. Se vendió a sí mismo como esclavo para poder
sobrevivir. El
se convirtió en un esclavo. La ley judía decía que él podría ser
libre después de seis años. Sin embargo, durante esos seis años, su dueño le
había dado una esposa. El y su esposa tuvieron hijos, y ahora después de seis
años de esclavitud, él podía ser libre para empezar una nueva vida. ¡Pero
espere! Este esclavo amaba a su amo, amaba a su esposa y a sus hijos, él no
quería abandonarlos pero tenía que hacerlo porque su familia le pertenecía a su
amo. Este esclavo estaba atado por amor.
Este
es un esclavo que podía decidir permanecer en la casa de su dueño como un
siervo por amor si así lo deseaba. Esta era una decisión que tomaba por su
propia voluntad. El renunció voluntariamente a su libertad por amor.
Con
esta decisión, su dueño llevaba al esclavo liberado al poste de la puerta y hacía
un agujero en la oreja del esclavo con una pieza de madera. Esta pieza de
madera en la oreja era un símbolo de un siervo por amor. Por el resto de su
vida, él serviría a su amo y todas las personas podrían ver que él servía con
un motivo de amor.
Jesucristo
es el siervo por amor por excelencia. Él vino a esta tierra en pobreza, se
convirtió en esclavo bajo Dios, el Padre. Él hizo todo lo que Dios le dijo que
hiciera y era libre para regresar al cielo, pero El amaba a Dios y deseaba
continuar haciendo la voluntad de su Padre. Jesucristo amó a la novia que Dios
le dio, que somos nosotros, la iglesia. Jesucristo decidió rendir su voluntad
para convertirse eternamente en un siervo por amor.
Lea Juan
13:4-6
13:4 se levantó de la cena, y se quitó su manto, y
tomando una toalla, se la ciñó. 13:5 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a
lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba
ceñido. 13:6
Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los
pies?
Los versículos 12-17 dicen: 13:12 Así que,
después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les
dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? 13:13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís
bien, porque lo soy. 13:14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado
vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. 13:15 Porque
ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 13:16 De
cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es
mayor que el que le envió. 13:17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis
si las hiciereis.
Esta
escritura nos da la ilustración de las acciones del siervo por amor por
excelencia. Luego Jesús dijo que Él es el ejemplo para nosotros. Nosotros
debemos arrodillarnos, debemos humillarnos para hacer el trabajo difícil de un
siervo por amor. El costo no es importante. Jesucristo dijo en el versículo 17
que conocer y hacer este trabajo lo hará sentirse feliz y bendecido. Esa es una
promesa, si usted no está contento y bendecido en su vida, entonces no se está
inclinando lo suficiente y no está sirviendo lo suficiente. Permítame que le de
un ejemplo de mi propia vida.
Yo les
cuento esta historia a las personas en mis clases. Cuando era joven, mi madre
me hacía quitar el polvo de los muebles. Yo odiaba limpiar el polvo de los
muebles porque los muebles de mi madre tenían muchas pequeñas áreas talladas
que acumulaban polvo. Yo tenía que limpiar estos pequeños lugares y luego mi
madre me seguía con un guante blanco. Ella ponía su dedo en todas las áreas
talladas de los muebles para determinar si estaban limpios. Si el guante blanco
estaba sucio, yo tenía que hacer la tarea de nuevo. ¡Yo odiaba limpiar el
polvo de los muebles! Sin embargo, cada semana limpiaba los muebles y hacía
apenas lo necesario para pasar la inspección de mi madre. Lo hacía porque mi
madre me decía que tenía que hacerlo y aprendí a obedecer. No lo hacía por que
amaba a mi madre, ya que no estaba feliz ni estaba bendecida. No era feliz
porque no era una sierva por amor y no quería inclinarme sobre mis manos y
rodillas para poder llegar y poner mi dedo en cada pequeña área tallada de cada
silla y mesa. No hacía el trabajo por un motivo de amor.
El
trabajo de un esclavo no es fascinante, no es fácil y usted no recibe elogios
constantes por él. El trabajo de un siervo por amor es un compromiso de la
voluntad y se basa en su amor por Cristo. Sí, usted debe de amar a otras
personas, pero hay personas que no son fáciles de amar, así que su principal
motivo es el amor por su dueño, el amo, Jesucristo.
Lea Mateo 20:27-28
20:27 y el que quiera ser el primero entre vosotros
será vuestro siervo; 20:28 como el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida
en rescate por muchos.
Aquí,
Jesucristo nos da el principio de la vida cristiana... sea un siervo. Sin
embargo, a menos que usted sea un siervo por amor, no encontrará las
bendiciones y la felicidad en la vida cristiana que Jesucristo prometió. Los
autores del Nuevo Testamento entendieron este principio porque empezaron sus
libros con:
“Pablo,
un siervo de Jesucristo...” (Ro
1:1)
“Santiago,
siervo de Dios y del Señor Jesucristo...” (Santiago
1:1)
“Simón
Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo..." (2
Pedro 1:1)
“Judas,
siervo de Jesucristo...” (Judas
1:1)
¿Puede usted escribir la historia de su vida cristiana
con el mismo título, “siervo de Jesucristo”? ¿Sirve usted con un motivo de amor
por Dios y amor por los demás?
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